RATONES PARANOICOS1

Necesitaban seguir tocando en vivo, y sin duda ya había pasado algún tiempo desde el show de twist y gritos. Decidieron entonces ir por la noche, para poder concretar alguna fecha, cuando llegan al lugar se encuentran que estaba todo vació y los dueños con una cara de tristeza total. Les comenta que la Municipalidad les prohibió que toquen bandas, por los ruidos molestos que ocasionaban en el hotel de al lado. La verdad fue una lastima porque el local estaba muy bueno y el barrio de Flores era un barrio de Rock and Roll.
Paso el fin de semana y llego el día que iban a salir en la televisión, pero estaban con una incertidumbre total, ya que habían anunciado que levantarían el programa, pero por suerte ese miércoles, fue el último que pasaron. Tuvieron un éxito total, el programa lo vio todo el mundo y tuvo mucha repercusión en ellos, no lo podían creer verse en la tele, haciendo lo que a ellos les gustaba.
Siguieron ensayando y grabando todo. Juanse y Pablo seguian recorriendo la ciudad en busca de alguna oportunidad para el grupo, así fue como llegaron a Gustavo Gauvry , primo de Pablo y dueño del estudio de grabación Del Cielito le pidieron una entrevista y se fueron hasta parque Leloir , lugar donde estaba ubicado el estudio. La recepción fue muy buena, se quedaron charlando y haciéndole escuchar el demo, Gustavo no se dedicaba a producir discos, pero los podía contactar con alguna compañía.
Descerebrado le llamo la atención, pero quería escuchar todo el material que tenían, para saber si solo era un buen tema o había algo más. Decidieron grabar de nuevo todos los temas en la sala de ensayo con un grabador de ellos. Lo que registraron que bastante bien y fueron inmediatamente a llevárselo a Gustavo. Muchos llevaban casetes a Gustavo, y al pesar del parentesco de Pablo con Gustavo, el trabajo de ellos no corría con ventajas.
Gustavo escucho todo el material y al principio no le gustaron, aunque había algo que le llamaba la atención y se comprometió a escucharlo mas tranquilo.
Se fueron un poco desilusionados, pero como siempre Juanse les decía, no importa lo único que importa ahora es tocar, tocar y tocar y estar listos para cuando nos llamen.
Eran tiempos muy complicados, mucho pop y jopos por todos lados, pero siempre se las rebuscaban para encontrar algún lugar para tocar.
Pablo y Sarco arreglaron una fecha en Berin Bao, un bar. Ubicado en la calle Álvarez Thomas, en donde compartieron el show con otro nuevo grupo de Carambola llamado Alto Voltaje, Heavy Metal.
En esa época SUMO ya era un grupo importante, y empezaban a hacer cosas grosas dentro de la movida marginal. Los Redondos habían copado un lugar llamado la Esquina del Sol, sobre la avenida Libertador donde también tocaba otro grupo llamado Alfonso Entrega, justamente con ellos y otra banda llamada Los encargados debían tocar en una fiesta organizada en una casa particular.
Había negociado todo Junase, les iban a pagar el flete mas una pequeña cantidad de guita para los gastos y la promesa de una noche con mucho rock and roll.
Consiguieron un rastrojero, cargaron las cosas y se fueron para la casa, era jueves lo que hacia todo mucho mas raro. Llegaron pasadas las 10 de la noche, en la puerta estaban dos musculosos que custodiaban la entrada de las personas. Adentro estaba lleno de gente, una casa antigua con un patio grande y unas cuantas habitaciones, a nadie le importaba nada, cada uno hacia la suya. Ya habían llegado los Alfonsos y estaban armando todo. Había mucha gente por todos lados de la casa, pero parecía que a ninguno le importaba lo que iba a pasar. De repente, alguien desde la calle desconecto la corriente eléctrica, mientras se escuchaba el grito de “Viva Alfonsin carajo” todos se pusieron como locos y pedían a los gritos que dieran la cara. Retorno la luz y se vio el brillo de algunas armas apuntando hacia arriba. Ante todo este lió decidieron tomar la retirada. Juanse por suerte había arreglado con el fletero para que los esperara, así fue que cargaron todo y se fueron, pagando de sus bolsillos el flete.
Siguieron ensayando y dándole muy duro, la madre de Pablo Lilin se ofreció para sacarles unas fotos que las usaron para acompañar el casette.