A esta altura, eso de correr para hacer algo más de plata no me va. Trato de hacer lo que puedo, lo que me gusta. No agarro cualquier cosa." Cuando David Lebón habla de "esta altura" se refiere a que tiene 57 años, y que hay cosas que no negocia. No obstante, da a entender que los últimos tiempos le depararon varias sorpresas. "Yo llegué a decir que no me gustaba cómo canta Calamaro. Sin embargo, Andrés me invitó a tocar con él, y quedó contentísimo", cuenta. Y, en contraste con la falta de lugares para mostrar su nuevo disco, Déjà Vu, que lamentaba un par de meses atrás, la posibilidad de presentarlo, mañana en la Costanera Sur le suma razones al buen momento que dice atravesar. "Estoy muy contento con el disco. Fue un trabajo que hice de manera muy relajada. Con un sonido simple: un Hammond, piano, buenos solos de guitarra, algunas canciones escritas varios años atrás, otras más nuevas". Y enseguida destaca la importancia de Hilda Lizarazu en la composición de algunas letras, y en el impulso que le dio para volver a trabajar con Gustavo Gauvry. "El sabe muy bien qué sonido de viola me gusta, qué es lo que busco. Y todo cerró más aún cuando el Flaco me ofreció 160 dibujos, entre los que elegí la tapa".Fue justamente el Flaco quien aportó la sorpresa mayor, cuando lo convocó para reunir a Pescado Rabioso, de cara al concierto "Spinetta y sus bandas eternas". "Tanto la previa como el concierto fueron momentos muy especiales, de una enorme conexión musical y humana entre quienes habíamos formado el grupo. El mejor de los que integré". Y bromea: "Además, me ascendieron a guitarrista."Un cargo que Lebón paseó por Pappo's Blues, La Pesada, Polifemo y Serú Giran, entre otras bandas que dejaron huella en eso que se llama rock nacional y que, instalado de nuevo en Buenos Aires, David sintió legitimado por el trato que recibe de sus colegas. "Me llaman, me invitan a tocar. Me tratan como a un dios".Experimentó unos cuantos cambios durante la docena de años que vivió en Mendoza. "Cuando llegué estaba muy disperso. Tomaba mucho alcohol y estaba medio tonto. Y allá dejé de tomar, hice una vida más sana. Pero musicalmente me estaba secando".El regreso lo juntó con Pedro Aznar en un proyecto que tuvo una repercusión inesperada. "Tenemos pendiente un disco en estudio", aclara, y confiesa que la idea de hacer algo en trío con Aznar y Charly también lo seduce. "Estaría bueno hacer algo con Charly. No somos hermanos, pero sigo sus shows, por Hilda, y me pone contento que esté así, mejor, tocando", dice. Y termina: "Con el Flaco (García) está todo bien".« les dejo el enlace para ver el video http://www.clarin.com/diario/2010/01/15/um/m-02120044.htm
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